"Ya el ganó". Entrevista a uno de los hermanos de los Cinco.

2003-12-05
Perseguí dialogar con Roberto González Sewherert, no sólo porque lo aten lazos de sangre a René, uno de los cinco cubanos prisioneros políticos en cárceles norteamericanas, por designios de un jurado sometido a las exigencias de la mafia anticubana de Miami. Bastaría también decir que es un excelente abogado, que ha estado al tanto de ese proceso judicial desde el comienzo y mantiene su confianza en que triunfen la razón y la justicia. Hace sólo unos días visitó a su hermano en la prisión, como parte del proceso de apelación ante la Corte de Atlanta.
-¿En qué paso se encuentra actualmente este proceso?
En este momento lo que tenemos es que han sido presentados por parte de los abogados de la Defensa los escritos de réplica, contestando la respuesta que le dio la Fiscalía al escrito original de la apelación. Ese es el último documento de la fase de apelación. Ahora lo que nos corresponde es que tres jueces de la Corte de Atlanta decidan sobre una solicitud que se les hizo de argumentación oral, lo cual implica que ellos reciban a través de los abogados una exposición del caso. Esos jueces decidirán si se hace o no, en qué fecha se hace y luego otros tres jueces tomarían la decisión final.
-¿Cuáles son los principios fundamentados en esta apelación?
El argumento fundamental es la anulación del juicio, o sea., implicaría anular el juicio celebrado en Miami, basado en el principio del derecho norteamericano, plasmado en la Constitución, de otorgar a un ciudadano cualquiera la posibilidad de tener un juicio justo, por un jurado imparcial. En este caso está ocurriendo que se viola ese principio de imparcialidad, toda vez que ellos fueron juzgados en una comunidad que tiene prejuicios sobre todo tema relacionado con Cuba y tiene temores a la reacción de la comunidad ante una decisión favorable a Cuba. Este caso ha sido una violación franca de derecho en los Estados Unidos y es precisamente que sea anulado ese juicio la petición principal de la Defensa. Por otra parte, se está apelando desde el punto de vista de los cargos, con mucha fuerza, el impuesto injustamente a Gerardo por asesinato de primer grado. Y el otro tema sería el de las acusaciones por conspiración para cometer espionaje, toda vez que nunca hicieron ninguna acción para obtener información de defensa nacional y es una manipulación, en fin, para convertir en espías a personas que estaban vigilando a grupos contrarrevolucionarios y terroristas, tratando de evitar una confrontación entre Cuba y Estados Unidos, que sería muy costosa para los dos países.
-Usted, de alguna manera, ha sido juez y parte en este proceso. Es decir, por una cuestión profesional y por ser hermano de uno de los prisioneros. Desde ambos puntos de vista,¿cómo ve usted el proceso?
Bueno, personalmente creo que el mayor esfuerzo que he hecho durante los últimos 5 años es tratar de no ser juez y parte. He tratado de sacar el corazón del proceso, para poderme entender con los abogados que defienden el caso, porque si yo parto de una posición de pasiones. Ningún abogado me entendería, estaría funcionando como un familiar y normalmente un abogado no atiende a un familiar desde el punto de vista jurídico, aunque se solidarice con él desde el punto de vista humano. Si vas a trabajar en un sistema de Derecho que no es el tuyo, con más razón. Primero tienes que documentarte en el sistema de Derecho que vas a trabajar, para luego poder hablar con abogados y ese ha sido el reto profesional mío, dejar a un lado las circunstancias de ser hermano de uno de los acusados, para poder hablar profesionalmente. Por supuesto, es también difícil en el ámbito familiar.
Te puedes imaginar cuántas preguntas me ha hecho mi madre sobre el futuro del proceso, pero con ella trato igualmente de ser profesional, no crearle falsas expectativas y decirle exactamente lo que está pasando.
-Usted parece una persona muy optimista, ¿lo es también para este caso?
Yo soy optimista, porque mi optimismo no es vano, parte de la razón; tú tienes una tesis de derecho fuerte, tienes una razón que defender. Para un abogado es cómodo saber que tiene una sólida razón que defender y que está bien expuesta la razón. En Derecho nosotros decimos que para ganar un pleito son necesarios tres factores: tener la razón, defenderla y que te la quieran dar. Nosotros la tenemos; creo que se ha defendido bien; falta que nos la quieran dar. Incluso, si no nos la dan en esta etapa, nos la darán en el futuro, pero hay que darla, no hay otra alternativa.
-¿Cómo vio a su hermano René en esta última visita?
Lo encontré muy bien físicamente, se siente bien de salud. Me planteaba que él nunca pensó que a los 47 años una persona pudiera tener tanta fuerza y se siente, según me dice, en forma óptima. Está corriendo 12 millas, me decía que piensa participar en la próxima competencia de la media maratón que se haga en Cuba después que ellos lleguen. Igual se siente optimista en cuanto al caso, satisfecho con el trabajo de los abogados y muy satisfecho con el trabajo que se hace en Cuba por la liberación de los Cinco. Y el mensaje fundamental que siempre manda es el de todos ellos: Resistan por allá el embate de Norteamérica, que nosotros aquí no nos vamos a debilitar.
-¿Cómo crece en el mundo el movimiento solidario de apoyo a la liberación de estos compañeros?
Tú tienes una gran prensa que te cierra, que no te da espacio en el mundo, porque no les interesa que este caso se conozca. La razón es sencilla: que el gobierno dé a conocer este caso significa dar a conocer que ellos no tienen 5 espías presos, sino que tienen 5 luchadores contra el terrorismo. Nos corresponde a nosotros, desde la posición menos fuerte es cierto- ir golpeando ese muro de silencio que nos han impuesto y sí, crece poco a poco. Se nota en países como México, que cuando comenzamos parecía imposible y ya el Senado se ha pronunciado; en Inglaterra hay pronunciamientos del Parlamento; en España se está avanzando; Argentina avanza mucho, también Brasil. Cada vez son más las personas que se van acercando y el caso tiene algo muy favorable, que como es un caso de justicia, más allá de ideologías, las personas que conocen el hecho se solidarizan con la causa.
-Olvidándonos un tanto del plano profesional ahora, usted como hermano de René González, un Héroe de la República de Cuba que está prisionero en los Estados Unidos, ¿cómo lo ve?
A mí René no me sorprende. Yo lo conozco bien, somos no sólo hermanos, sino muy buenos hermanos. Siempre lo fuimos y compartimos muchos sueños juntos. Lo que pasa es que cuando conozco a los demás compañeros suyos en esa causa, veo a René distinto, me aumenta la admiración hacia los cinco. Lo veo ahora desde otra óptica, como ser humano, como revolucionario, noto en él lo que antes no había notado, que me parecía normal. Nosotros en la visita a la prisión conversamos como si estuviéramos en la sala de la casa, hablamos de todos los temas con absoluta confianza, arreglamos el mundo, cuestionamos mil cosas, igual que lo hacíamos antes de que él se fuera. Y la relación sigue siendo esa; la gente diciendo que él es un héroe y él diciendo que no lo es, pero indiscutiblemente es un buen hombre y lo reafirma el tiempo. Nunca lo he dudado, pero ahora lo dudo menos. Eso que ha hecho René de no plegarse a un arreglo en contra de sus principios es como verlo cuando bajábamos a bucear ahí en Miramar (en la capital cubana) y a él se le explotaba la nariz o capturaba la esponja. El dice que como le han hecho tanto daño desde el principio desde este proceso, está preparado para cualquier final. No hay manera de que le ganen, ya él ganó.
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